
Su presencia en la Península se calcula desde la época de los romanos. Casi con total seguridad este caballo español se mezcló con el bereber y el árabe, en la época en que los árabes dominaban España. Esta mezcla de razas hizo que el caballo autóctono adquiriera la elegancia típica del caballo español actual.
Se caracteriza por sus aptitudes físicas:
La altura de cruz suele oscilar entre los 155 y los 165 centímetros.
Su cabeza es de tamaño medio y ligeramente convexa, con unos ojos vivaces y peculiares, de mirada despierta.
El cuello del caballo español o andaluz es fuerte y arqueado, cubierto con una crin larga. Su pecho es amplio y fuerte, con un dorso musculado.
Por todas sus características, es un caballo apto para la silla.
Su carácter es obediente y suele darse la rápida compenetración con el jinete.
Podemos decir que es un caballo proporcionado en toda su estética.
Además, por sus aptitudes, tienen facilidad para el toreo y para el manejo de ganado vacuno extensivo.
Por todas sus características, es un caballo apto para la silla.
Su carácter es obediente y suele darse la rápida compenetración con el jinete.
Podemos decir que es un caballo proporcionado en toda su estética.
Además, por sus aptitudes, tienen facilidad para el toreo y para el manejo de ganado vacuno extensivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario