jueves, 19 de agosto de 2010

breve historia de la medicina veterinaria

El ser humano ha tratado de explicarse la realidad y los acontecimientos trascendentales que en ella tienen lugar como la vida, la muerte o la enfermedad. Las primeras civilizaciones y culturas humanas basaron su práctica médica en dos pilares aparentemente opuestos: un empirismo primitivo y de carácter pragmático (aplicado fundamentalmente al uso de hierbas o remedios obtenidos de la naturaleza) y una medicina mágico-religiosa, que recurrió a los dioses para intentar comprender lo inexplicable.

Desde el momento en que el hombre domesticó a los animales, su relación para con ellos dejó de ser algo más que la simple subsistencia alimenticia. Una firme alianza, muchas veces defensiva-ofensiva, debió contemplar un cuidado mutuo. En garantía de este vínculo, el hombre aportó a través de su raciocinio el dominio de un arte y ciencia, ni más ni menos que la veterinaria, la capacidad de curar las enfermedades de su socio.

Habiéndose producido el fenómeno de la domesticación en el Neolítico, es evidente que hallaremos hombres dedicados al cuidado de la salud animal ya desde este período, si bien la ausencia de documentos escritos nos obligan a guiarnos por otras fuentes menos explícitas como las pinturas rupestres, que muy poco nos indican a no ser unas rayas verticales en la cueva de Montespan, Francia, que han sido interpretadas como cercos donde posiblemente se mantenían los animales domesticados.

El papiro de Kahun es el documento que atestigua la presencia de la medicina veterinaria en Egipto. En él se describen enfermedades del ganado y su tratamiento, así como de enfermedades de perros, gatos, aves y peces. "Además de ritos mágicos y religiosos, los tratamientos preventivos y curativos de enfermedades de los animales incluían baños fríos y calientes, fricciones, cauterizaciones, sangrías, castración, reducción de fracturas, etc.

En Egipto los animales sagrados tenían, dentro de los templos, personas que estaban a cargo de su alimentación y cuidado. "Los sacerdotes de menor rango, los uab (purificados) examinaban los animales para el sacrificio; los de mayor categoría o hemunefer (servidores del dios) cuidaban de los animales. Aparte de estos estaban los prácticos laicos cuyas funciones eran la inspección del ganado y de la carne, y de supervisar a los sacrificadores de los templos.

En la Mesopotamia el Código de Hammurabi (hacia el -1750) contiene aranceles para la cura de bueyes y asnos. En la religión hindú el veterinario Palakapya era considerado hijo de un santón y de una elefanta. Otro veterinario célebre fue Salihotra, cuyo nombre se adjudicó posteriormente al caballo y a los médicos de caballos: salihotrasastra.

Dentro del territorio de lo que hoy es China, en el siglo VIII a. C. el veterinario Wang Tao escribió una obra sobre enfermedades del hombre, del caballo, de los vacunos y de los perros. Cuatro siglos más tarde el veterinario Ma Shi Huang "curaba caballos y dragones, nombre que en la literatura china se daba a los caballos celestiales que sudan sangre, es decir a caballos padeciendo de lo que en la actualidad se considera una parasitosis por Parafilaria multipapilosa.

Aristóteles escribió una Historia de los Animales, así como Partes de los Animales -el más antiguo tratado de fisiología animal en cualquier idioma- y un tratado sobre la Generación de los Animales. La especulación filosófica predomina en general sobre cualquier otro tipo de certeza, de allí que haga afirmaciones, como que la rabia no es transmisible al hombre no importa las mordeduras que se produzcan, sin rigor científico. Sin embargo algunos de sus razonamientos no dejan de llamar la atención, como aquel en que sostiene que existen en la sangre fibras, aparte del agua, que producen la coagulación.

1 comentario:

  1. wena nota sobre la historia de la veterinaria sale pues en lam otra nota sube algo genial que me impacte jeje sale bye bsos..

    Marisol peñate guillen

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