jueves, 26 de agosto de 2010

Las vacunas y la inmunidad de las vacas

Las vacunas son una herramienta importante para la prevención de enfermedades en una lechería. El principio básico de la vacunación implica tomar una forma débil o inactiva de una bacteria o virus (organismo) causante de una enfermedad y exponer a la vaca a ésta. Las vacunas se aplican por lo general a través de una inyección, pero algunas vacunas son orales o intranasales. Esta forma débil o inactiva de la enfermedad no produce enfermedad a la vaca. En su lugar, le “enseña” al sistema inmune de la vaca cómo “parece” la enfermedad natural. Cuando una vaca que ha sido vacunada correctamente y se enfrenta con la enfermedad natural, el sistema inmune está preparado para luchar contra la enfermedad, a menudo con pocos o ningún síntoma.

Las vacunas estimulan dos tipos básicos de inmunidad: humoral y celular. La inmunidad humoral es el tipo de inmunidad que da lugar al desarrollo de lo anticuerpos. Los anticuerpos son las proteínas en forma de Y que circulan por el cuerpo. Cada anticuerpo es específico para cierto tipo de enfermedad, similar a la manera en que una llave específica cabe en una cerradura específica. Cuando el anticuerpo encuentra el organismo que causa la enfermedad, se fija a él marcándolo de modo que las células inmunes puedan llegar a eliminarlo del cuerpo. La inmunidad celular es un sistema de glóbulos blancos de la sangre que buscan y destruyen los virus y bacterias causantes de enfermedad. Cada tipo de inmunidad desempeña un papel importante para ayudar a la vaca a combatir las infecciones.

Existen dos tipos principales de vacunas: inactivas y vivas atenuadas. Cada tipo de vacuna tiene ventajas y desventajas, y la decisión de utilizar una u otra depende de la edad, la producción de leche y el estado de preñez de la vaca.

En una vacuna inactiva, se ha matado al organismo que causa la enfermedad. Las vacunas inactivas son muy buenas en estimular la respuesta humoral, pero no son, por lo general, muy eficaces en la parte celular. Las vacunas inactivas son por lo general seguras para las vacas preñadas, mientras que puede haber un riesgo de aborto cuando se aplican vacunas vivas atenuadas en vacas preñadas. Una desventaja de las vacunas inactivas es que cuando el animal es vacunado por primera vez, generalmente se requiere de una vacuna de refuerzo 3-4 semanas después de la primera para que sea efectiva. Otra ventaja de las vacunas inactivas es que se pueden usar algunas dosis de la botella y guardar el resto en un refrigerador para un uso posterior.

En una vacuna viva atenuada, se ha debilitado el organismo causante de la enfermedad a una forma que no causa enfermedad, pero que todavía puede crecer dentro del animal después de ser aplicado, lo que imita más fielmente la verdadera enfermedad en el mundo real. Las vacunas vivas atenuadas hacen un buen trabajo al estimular la inmunidad celular y humoral. Una ventaja importante de las vacunas vivas atenuadas es que requieren a menudo solamente una sola dosis, en contraste a la necesidad de aplicar múltiples vacunas con las vacunas inactivas. Otra ventaja clave es que la inmunidad que se logra con las vacunas vivas atenuadas normalmente dura más, lo que significa aplicar las vacunas con menor frecuencia. Una desventaja es que muchas vacunas vivas atenuadas pueden potencialmente causar abortos, así que deben utilizarse con precaución en vacas preñadas y sólo de acuerdo a las instrucciones que vienen en la etiqueta. Otra situación con las vacunas vivas atenuadas es que deben mezclarse y que una vez que se mezclan, deben ser utilizadas de inmediato y no pueden almacenarse en el refrigerador para un uso futuro.

La mayoría de los programas de vacunación lecheros contienen una mezcla de vacunas vivas atenuadas y vacunas inactivas. Es muy importante leer y seguir las instrucciones en la etiqueta de la botella. Si una vacuna no se aplica de acuerdo a las instrucciones de la etiqueta, podría no funcionar. Una parte importante de la etiqueta de la vacuna es la vía de administración. Las vías de administración comunes son: subcutánea (SC o SQ) lo que significa debajo de la piel, intramuscular (IM), oral o intranasal (IN). Desafortunadamente, muchas instrucciones de vacunas no vienen en español, así que usted podría necesitar pedir a una persona bilingüe que lo ayude a traducir las instrucciones si tiene dificultades para leer el inglés. También preste especial atención a la dosis, que generalmente se aplica en mililitros (ml).

Otra parte importante de una etiqueta de vacuna son las instrucciones para mezclar y manejar el producto. Una causa común de fallas en la vacunación es que la vacuna no se maneja correctamente. Las vacunas deben almacenarse protejidas de la luz del sol y del calor o del frío. Las vacunas vivas atenuadas deben utilizarse en un plazo de 1 hora después de que han sido mezcladas. Las vacunas deben conservarse en el refrigerador, una hielera o en recipientes con hielo hasta que se vaya a utilizar, especialmente en días caluroso. Las vacunas inactivas que se utilizarán más tarde deben colocarse en el refrigerador inmediatamente después del uso. Cualquier vacuna viva atenuada que no se usó debe desecharse ya que no puede ser almacenada para usarse después.

Combinado con una buena administración, las vacunas son una herramienta muy eficaz para la prevención de enfermedades. Los veterinarios son un gran recurso para ayudar a crear un programa de vacunación solo para su lechería y ayudar a resolver los problemas relacionados con las enfermedades en la lechería.

Por Dr. Travis Thayer MVZ

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